La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Reyes Maroto, ha reclamado “soluciones” al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, con la grúa de la calle Cavanilles (Retiro) como telón de fondo, para “evitar perjuicios” que luego “haya que lamentar”.
“Este fin de semana ha sido crítico porque hemos vivido vientos muy altos que hacen, por ejemplo, que el Parque de Retiro estuviera cerrado y, en cambio, estábamos viendo cómo esa grúa podía afectar la estructura de los inmuebles que están cerca”, ha descrito Maroto en declaraciones a Europa Press antes de reunirse con los vecinos afectados de la calle Tribulete.
Almeida ha asegurado que comprende la “inquietud y miedo” de los vecinos de Cavanilles después de que el pasado sábado protestaran por el traslado de maquinaria de gran tonelaje sobrevolando sus viviendas en un día de mucho viento, y ha aseverado que se tomarán “todas las medidas de seguridad”.
“Es cierto que desde luego, a pesar de que tenía los permisos, entiendo la inquietud y la prevención de los vecinos, porque el otro día fue especialmente complicado desde el punto de vista meteorológico, con grandísimas rachas de viento”, expresaba el regidor ante los periodistas.
Maroto pide “soluciones” a Almaeida. “Más allá de las movilizaciones, creo que esa grúa no se tendría que haber puesto nunca. Se tendría que haber medido más su impacto pero, desde luego, cuando estamos en condiciones meteorológicas tan adversas hay que preverlo igual que prevemos el cierre de los parques”, ha indicado la socialista.
Durante el sábado, la vecindad de los números 25 y 27 de la calle Cavanilles, en el distrito de Retiro, estuvo en pie de guerra contra una grúa “que pesa 60 toneladas”, que sobrevolará sus viviendas para la construcción de un parking en su patio de manzana, un proyecto que ya fue parado por el Ayuntamiento entonces gobernado por Manuela Carmena en 2018. Ahora, seis años después, la grúa, una pilotadora, llegó en la medianoche del sábado a esta calle.
“Tenemos miedo porque es como si un tanque pasara por encima de nuestras viviendas”, explicaron los vecinos. “Puede tener el permiso pero nos da miedo, y más en un día de viento como hoy, porque puede fallar y desplomarse contra el edificio”, señalaron.
La principal queja fue que nadie les había consultado ni conseguido autorización para hacerlo, con independencia de que la empresa constructora haya obtenido la licencia por parte de la Agencia de Actividades (ADA) del Ayuntamiento de Madrid.
